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Derecho Romano ( De La Familia


Enviado por   •  3 de Febrero de 2014  •  6.240 Palabras (25 Páginas)  •  459 Visitas

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En este capitulo, se analizan tres instituciones: La patria potestad, el matrimonio y la tutela-curatela.

AGNATIO Y COGNATIO.

A lo largo de la historia, encontramos huellas del matriarcado, así las mujeres dirigían el culto, sólo ellas tenían propiedades. Los hombres tenían una vida errabunda en las selvas dedicada a la caza; para ellos las mujeres eran como fuentes en el bosque: el que tiene sed, bebe de la más cercana. De esta manera, el hogar se formaba alrededor de la madre, y como consecuencia el parentesco sólo se establecía por línea materna. Dos hermanos nacidos de un mismo padre, pero de madres distintas, no eran parientes. El padre y los ascendientes de éste no pertenecían a la familia jurídica del hijo.

Ahora bien, este fenómeno no se encuentra en todos los pueblos, por ejemplo, lo encontramos en los etruscos, pero para los arios era completamente desconocido, y, por ende para los romanos.

En el derecho romano encontramos, desde sus comienzos, un sistema estrictamente patriarcal; sólo el parentesco por línea paterna cuenta en derecho. A consecuencia de ello, cada persona tiene solamente dos abuelos: los paternos. Dos hermanos uterinos no son “hermanos”; en cambio, los hermanos consanguíneos no se distinguen jurídicamente de los hermanos por ambas líneas.

Este sistema se llama agnaticio. El moderno, en cambio, no es ni matriarcal ni agnaticio, sino que es cognaticio, es decir, reconoce el parentesco, tanto por línea materna como paterna, y da como resultado la familia mixta.

En materia de parentesco distinguimos las siguientes posibilidades:

Parentesco en línea recta ascendente (parentes) o descendentes (liberi)

Parentesco en línea colateral (a través de hermanos propios o de hermanos de ascendientes o descendientes)

Parentesco entre adfines, es decir, entre un cónyuge y los parientes en línea recta o colateral del otro. Si este último parentesco se extinguía, al disolverse el matrimonio en que se fundaba, es cuestión que se presta a controversia.

En cuanto a la computación de grados, en materia de parentesco, resulta la regla: quot generationes, tot gradus, o sea, hay tantos grados como generaciones. Para aplicar ésta al parentesco colateral, hay que subir al tronco común, de modo que los hermanos son parientes colaterales en segundo grado; los tíos y sobrinos, en tercer grado; los primos entre sí son parientes en cuarto grado, etc.

Además de este carácter agnaticio, encontramos, como segundo rasgo típico de la familia romana antigua, un vasto poder del padre sobre sus hijos y los demás miembros del hogar. La extensa patria potestad romana sólo termina con la muerte del padre.

EL PATERFAMILIAS.

El centro de toda Domus romana es el paterfamilias, que es dueño de bienes, señor de esclavos, patrón de clientes y titular de los iura patronatus sobre los libertos. Tiene la patria potestad sobre los hijos y nietos, posee mediante la manus un vasto poder sobre la esposa y las nueras casadas cum manu. Además es el juez dentro de la domus, y el sacerdote de la religión del hogar. Puede imponer, inclusive, la pena de muerte a sus súbditos, ejerciendo el ius vitae necisque.

Veremos que la Roma antigua era considerada como una confederación de gens (gentes); y cada gens, como una confederación de domus, de monarquías domésticas.

No era necesario ser padre para poder ser paterfamilias. El término “familia” significa, en el antiguo latín, “patrimonio domestico”, así, el paterfamilias significa el que tiene poder (de la misma raíz que pater) sobre los bienes domésticos. En el latín posterior, el término familia comienza a referirse a un sector determinado del patrimonio domestico, o sea, a los famuli, es decir a los esclavos.

Así, el término paterfamilias, designa a un romano libre y sui iuris, en otras palabras a una persona, independientemente de la cuestión de si está casado y tiene descendientes.

Un hijo legitimo, recién nacido, cuyo padre muere, si no tiene un abuelo paterno, es un paterfamilias, aunque todavía sin capacidad de ejercicio.

El antiguo paterfamilias es la única persona que en la antigua Roma tiene una plena capacidad de goce y de ejercicio y una plena capacidad procesal en los aspectos pasivo y activo. Todos los demás miembros de la domus dependen de él y participan de la vida jurídica de Roma a través de él.

Los esclavos, los hijos o la esposa o nuera in manu (cum manu), adquieren solo para el patrimonio del paterfamilias, en caso de obtener algún beneficio por su trabajo, donaciones, etc. Como consecuencia de esto, los delitos cometidos por quienes se encuentran bajo la autoridad de un paterfamilias (los alieni iuris y los esclavos), crean, por parte de éste, el deber de indemnizar a la víctima o a su familia, deber al que puede sustraerse mediante el abandono noxal.

Las relaciones entre los paterfamilias y los diversos miembros de sus domus son las siguientes:

Sobre los clientes tiene un poder patronal que se asemeja mucho al que ejerce sobre los libertos.

Sobre los esclavos tiene un poder comparable al que tiene sobre la propiedad privada, con las salvedades señaladas,

Sobre los libertos ejerce los iura patronatus

Sobre su esposa y sus nueras puede tener la manus

Sobre los hijos y nietos tiene la patria potestad.

LA MANUS.

El matrimonio romano, por quedar fuera del ius civile, no reviste forma alguna y además no intervenía el Estado en su celebración. Sin embargo, este matrimonio que no pertenece directamente al ius civile y no reviste forma jurídica, puede combinarse con una institución netamente jurídica: la manus.

Así, la manus puede considerarse como una naturalización doméstica de la mujer en la domus del marido.

Este conventio in manum puede combinarse con el matrimonio mismo, pero también puede hacerse con independencia de éste; en este caso, esta institución servía para que una mujer se liberara de una tutela desagradable.

La conventio in manum se verificaba de tres modos:

Como consecuencia automática de un matrimonio celebrado en forma de la confarreatio, ceremonia religiosa en honor de Iupiter Farreus, en presencia de un flamen de Júpiter, y durante la cual

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