El Sistema Educativo Argentino
FeeerC12 de Agosto de 2013
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Capítulo I: Marco conceptual para el análisis de los sistemas educativos.
En este primer capítulo, la escritora presenta el principal objetivo que persigue con esta bibliografía: “presentar un marco conceptual y metodológico para analizar el sistema educativo”.
Se abordará un solo aspecto de nuestro sistema, éste se refiere a cómo está estructurado, cómo funciona y las relaciones que mantiene con la sociedad en la que está inserto.
El contenido del libro -como explica Brígido- está basado en una serie de reflexiones teóricas y estudios empíricos sobre la temática: sistema educativo argentino, que se han realizado los últimos años.
La obra está divida en tres partes, pero aquí se expondrá solamente la primera. Ésta contiene los conceptos que sirven de referencia para analizar cualquier sistema educativo.
Nociones básicas del análisis de sistemas.
El análisis de sistemas desde el enfoque sociológico resulta apto solamente cuando se quieren captar determinados aspectos de la realidad; así también, basándonos en el campo de las ciencias sociales, es un tipo de análisis científico, que responde a supuestos específicos y posee un marco conceptual propio.
A continuación se expondrán conceptos relevantes que servirán para los propósitos que persigue la autora: sistema, subsistema y entorno. Luego se incorporará a partir del enfoque estructural-funcional en sociología, el significado de estructura y función.
Al referirnos a “sistema”, se alude a un conjunto de elementos que están mutuamente integrados, que interactúan entre sí y son interdependientes, es decir que, cualquier modificación que se produce en ellas, provoca cambios las restantes y así sucesivamente, hasta alterar el sistema completo.
Por su parte los “subsistemas”, son conjuntos menores del sistema que están integrados a él. Por ejemplo, si se toma al sistema educativo argentino como sistema, los sistemas educativos provinciales constituyen subsistemas de aquél.
Cabe aclarar que los límites entre un sistema y otro, entre los subsistemas de un mismo sistema, dependen de los objetivos quien realiza el análisis.
El concepto de entorno se define como el conjunto de elementos que, dentro de ciertos límites, ejercen o reciben influencias varias.
La forma relativamente estable y predecible en que se relacionan los elementos y las partes constitutivas de un sistema, da lugar al concepto de estructura desde el enfoque estructural-funcional. Por ejemplo: nuestro sistema escolar está estructura en niveles -explica Brígido-.
Inicial.
Enseñanza general básica.
Polimodal.
Educación superior.
Éstos a su vez están articulados entre sí: el certificado de un nivel habilita el acceso al siguiente.
En el sistema educativo existen dos tipos de estructura: académica y administrativa. La primera, se refiere a la carrera escolar de los alumnos y las condiciones para ejercer la docencia en los diferentes niveles. La segunda, designa formalmente las relaciones entre los órganos de conducción y ostión del sistema a nivel nacional o provincial.
Continuando con la perspectiva estructural-funcionalismo, se entiende por función a las consecuencias observables de la actividad de dichas unidades que contribuyen al mantenimiento del sistema. Podemos hablar de “funciones manifiestas”, si de alguna manera, las funciones de las diferentes unidades del sistema educativo, que están formalmente fijadas, responden a los objetivos para los cuales fueron creadas; o de “funciones latentes”, que son los resultados que surgen de la acción sin que sus participantes se lo propongan.
El sistema educativo como sistema social
Archer define al “sistema educativo estatal” como una colección de instituciones diferencias, de amplitud nacional, cuyo control e inspección general es, al menos en parte, de la incumbencia del Estado y cuyos procesos y partes integrantes están relacionadas entre sí.
La existencia instituciones educativas que abarquen la totalidad del país y que posibiliten la continuidad de estudiantes y docentes como ser: escuelas, colegios, institutos, universidades, etc., más el imprescindible aporte del Estado, a través de la financiación, gestión y supervisión, son condiciones a las que está sometidas un sistema educativo estatal. En consecuencia, si esto no se da, no estamos frente a un sistema.
Rasgos distintivos de los sistemas educativos y etapas en su evolución.
Vamos a destacar los rasgos distintivos de los sistemas educativos. Éstos adquieren diferentes connotaciones según el país de que se trate. Dichos rasgos son los siguientes:
Unificación: señala la incorporación o el desarrollo de diversos establecimientos, actividades y personal bajo la órbita de una administración central, específicamente educativa, de carácter nacional. Con respecto a nuestro sistema educativo, podemos afirmar que es descentralizado ya que la provisión y control de la educación es resorte de cada uno de los gobiernos jurisdiccionales. Sin embargo, las universidades son responsabilidades exclusivas del gobiernos nacional
Sistematización: alude al grado de coordinación que alcanza el sistema. Consiste en el fortalecimiento de las relaciones entre las partes, el desarrollo de relaciones entre partes previamente desconectadas, la adición gradual de nuevos elementos relaciones al sistema o la combinación de todos estos cambios. El desarrollo de una organización jerárquica es uno de los aspectos más importantes en lo que se refiere a la evolución en la sistematización del sistema.
Diferenciación: se refiere al hecho de que el sistema educativo se perfil a como una unidad perfectamente distinguible de la estructura social. Implica, por ejemplo, que el sistema no permanece ligado a los intereses de grupos particulares, sino que atiende a las necesidades del conjunto de la sociedad.
Especialización: se refiere a los cambios que se producen en los sistemas educativos para atender a necesidades específicas. Por ejemplo, capacitación de docentes, adquisición de nuevos materiales para la enseñanza y equipamiento tecnológico, etc. Cualquiera sea la capacitación, éstas han permitido un crecimiento del sistema por la ampliación del servicio y, dado que se produce una suerte de retroalimentación del proceso de especialización, ese crecimiento seguirá produciéndose.
Según Archer, el desarrollo se los sistemas escolares se producen en tres etapas cruciales: despegue, crecimiento, inflación.
Despegue: previamente al surgimiento del sistema educativo estatal, la educación era una empresa privada y el grupo, o los grupos, que la controlaban en cada caso tenían un virtual monopolio de los recursos educacionales. El despegue de los sistemas escolares se produce como resultado de la lucha competitiva entre los grupos de interés por el control de la educación. En síntesis, el despegue educacional involucra dos cosas: aumento del número de escuelas y crecimiento de la matrícula.
Según Archer, la etapa de despegue en nuestro sistema educativo nacional, se inicia a fines del siglo XIX, y uno de los principales protagonistas del grupo que diseñó y logró imponer este proyecto fue Domingo Faustino Sarmiento.
Crecimiento: el Estado pasa a ser propietario, y las asociaciones, al no poder competir con los recursos y el poder de aquél, se ven obligadas a negociar con él. Podemos resumir que el sistema educativo argentino transita la etapa de crecimiento durante la mayor parte del siglo XX. Se produce el acceso de todos los grupos sociales a la enseñanza básica y la apertura de la enseñanza media a nuevos sectores de la sociedad; la educación es un canal de ascenso social y facilita el logro de diversos bienes sociales.
Inflación: es la etapa en la que el sistema escolar madura y comienza a tener vida propia. Sin embargo surge un problema: lo que el sistema educativo brinda, no atiende a las necesidades que demanda la sociedad.
Explicaciones sociológicas de la expansión de los sistemas educativos.
Según explicaciones de sociólogos, el consumo de educación está directamente relacionado con un mayor nivel general de vida de la población. Así también han señalado otras:
La importancia creciente del conocimiento especializado (conocimiento indispensable para el desarrollo económico, en las sociedades modernas).
El papel asignado a la educación para estratificar socialmente a las personas (enfoque funcionalista).
La valoración de la educación como factor de desarrollo e integración social (no sólo aptitudes técnicas para el trabajo sino también condiciones culturales: valores, pautas de conducta, etc.).
El proceso de selección que operan los sistemas educativos.
El proceso de selección, constituye un aspecto fundamental en el estructura de los sistemas escolares.
Según E. de Babini, se identifican dos tipos de selección: centralizada y descentralizada.
Centralizada: la selección está centralmente administrada y estandarizada. La selección es confiada a quienes están capacitados por derecho a llevarla a cabo.
Descentralizada: se rige por las “leyes naturales del mercado”, y la administración central se limita a asegurar las reglas de
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