La Evaluación Educativa

La Evaluación educativa

La evaluación como cualquier otro componente de la educación en las instituciones ha tenido una evolución a través de los años según Castillo y Cabrezizo establecen seis momentos sobresalientes, el primero es basado en la psicología conductista que busca hacer comparaciones individualizadas entre los individuos, el segundo consideraba la evaluación como un alcance de objetivos previamente establecidos. En el tercer momento se da un cambio importante ya que se toma en cuenta el proceso y no se basa solo en los resultados, además se da la identificación de la evaluación sumativa y formativa. El cuarto momento se caracteriza por incluir al estudiante y al método o programas utilizados, también toma en cuenta el cambio en el estudiante como una consecuencia de la educación previamente recibida. El quinto momento se rescata la evaluación cuantitativa y cualitativa, mientras que para el sexto se impulsa la evaluación globalizada, formativa, integradora y diferenciada.

Actualmente se debe considerar la evaluación como un proceso dinámico, abierto y contextualizado, desarrollándose en un lapso de tiempo establecido, además se considera que en primera instancia se debe obtener información mediante métodos y procedimientos confiables y que esté debidamente fundamentada y con resultados seguros. Después se formulan juicios de valor con la información anteriormente recolectada para analizarlos y valorar los hechos que se desea evaluar, y por último se toman decisiones según las valoraciones antes realizadas dependiendo de cada caso (Castillo y Cabrezizo, 2003).

Hay que tener en cuenta que la evaluación no es una herramienta totalmente cuantitativa sino que también incluye aspectos cualitativos, esta debe observarse como una herramienta más en el proceso de enseñanza-aprendizaje, Segura citando a Cassanova “considera que en educación no todo es cuantificable, ni medible, ni conviene que lo sea. La más importante de una persona es lo que no se puede medir”. (2003, p.3) por tal motivo un educador debe procurar realizar evaluaciones con carácter diagnóstico, formativo y sumativa.

Según el artículo Funciones de la Evaluación establece que la evaluación diagnóstica “consiste en determinar si el estudiante prosee las condiciones y los requisitos previos para iniciar bien el proceso de aprendizaje” (s.f), también hay que tener en cuenta que nos permite conocer las destrezas y afinidades de la población para poder aprovecharlas y hacer uso de ellas para que la participación de los estudiantes sea maximizada. Y si por lo contrario lo que se identifican son ineficiencias o carencias, dicha evaluación es importante para que el educador enfatice y plantee aspectos de mejora, con el fin obtener un aprendizaje significativo en los estudiantes.

Por otro lado, dicho artículo también nos comenta que la evaluación formativa es “el proceso sistemático de proveer y recolectar información durante el proceso de aprendizaje que permite reorientar las actividades de los docentes y alumnos para mejorar los resultados de aprendizaje” (s.f.), esta evaluación permite que los docentes vayan observando el progreso de los estudiantes con base a los objetivos planteados con anterioridad, que se establezcan mejoras y realimentar aquellas áreas que lo ameriten. Para poder realizarla se recomienda utilizar la observación como una técnica en la evaluación formativa para que la información recogida sea confiable y tener una orientación eficaz en el proceso enseñanza-aprendizaje.

Y con respecto a la evaluación sumativa, el mismo artículo propone que esta evaluación “tiene como propósito comprobar el logro del aprendizaje obtenido por el estudiante al finalizar un objetivo, unidad, un periodo escolar, para obtener una calificación” (s.f.), para este tipo de evaluación se utilizan escalas de calificación que sean válidas y confiables a la hora de establecer la calificación, además es esta la que permite la certificación de los aprendizajes logrados por los estudiantes.

Un punto importante de rescatar cuando se evalúa y que en la actualidad casi no se toma en cuenta, es el hecho de que el estudiante debe ser participe en la evaluación ya que este aspecto es catalogado como un derecho. Para ello se debe de practicar la autoevaluación donde los estudiantes pueden evaluar sus trabajos, o la coevaluación la cual consiste que determinados discentes o grupos de estos se evalúen mutuamente. Además tal y como lo plantea Elías (s.f.) en su artículo la evaluación autentica de los aprendizajes, esta debe ser un proceso colaborativo, no solo dejando que el estudiante participe sino que también asuma una actitud de responsabilidad con respecto a sus resultados, de esta manera se está apoyando la efectividad de la enseñanza y la toma de decisiones en conjunto.

El constructivismo en el proceso enseñanza-aprendizaje juega un papel muy importante, ya que toma en cuenta dos aspectos muy importantes, los cuales son: tomar en cuenta los aprendizajes previos de los estudiantes para poder partir de ahí en la enseñanza y con ello evitar la confusión en estos, y el otro es que visualiza el error como un medio de aprendizaje y no de manera negativa, ya que a partir de este el estudiante aprende una vez efectuado. En la parte evaluativa una visión constructivista sería lo ideal el aprendiz; para ello el docente debe cumplir con una serie de funciones dentro de las cuales están: identificar deficiencias y facilidades en los estudiantes, ser orientador en la corrección de errores e incentivación de aciertos, realimentar el proceso educativo, ayudar y motivar a los estudiantes y poder evaluar tanto cualitativamente como cuantitativamente (Segura, 2007).

Es importante rescatar las características que nos brinda Segura (2007), sobre la evaluación desde una perspectiva constructivista, dentro de los cuales sobresalen los siguientes aspectos:

a) Debe basarse desde diferentes actividades, técnicas o instrumentos para evaluar porque deberá tomar en cuenta las disposiciones, actitudes y valores de cada estudiante, ya que no todos tienen las mismas condiciones.

b) La evaluación debe ser más reconstructiva que sumativa, ya que lo que se espera analizar las realidades y preparar a los estudiantes para que puedan tomar sus propias decisiones cuando se les presente alguna situación en específico más que para un examen.

c) Debe tomar en cuenta las destrezas, habilidades y conocimientos de los estudiantes

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