Capítulo 1. Definición y características del aprendizaje y enseñanza

Facultad de Ciencias de la Conducta

Licenciatura: Psicología

Estadística Aplicada

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RESUMEN

En el presente trabajo se brindan ciertos resultados parciales de la investigación sobre el promedio obtenido en la evaluación educativa y los hábitos como técnicas de estudio empleados por los alumnos de  la Facultad de Ciencias de la Conducta perteneciente a la Universidad Autónoma del Estado de México.

El trabajo parte de la idea de que el estudio como el  esfuerzo intencional encaminado al aprendizaje, condiciona el rendimiento intelectual y académico de los alumnos. Por lo mismo, se exponen los resultados de una investigación realizada con universitarios de las cuatro licenciaturas: Psicología, Educación, Trabajo Social y Cultura Física y Deporte respecto a su preparación como a la evaluación de sus conocimientos teniendo presente sus prácticas, demandas e implicaciones, al tiempo que se repasan algunos relevantes aspectos relativos a la actividad de estudiar.

Considerando que para estudiar se requiere del dominio de unas habilidades y destrezas las cuales se aprenden con la práctica, y exige de unas técnicas que precisan de organización, así como del conocimiento  de unos procesos de aprendizaje.

Así pues, el estudio eficaz supone conocer, pero sobre todo, practicar una serie de técnicas que potencian el rendimiento académico. Las técnicas de estudio no son un complicado y desconocido conjunto de normas, más o menos útiles, sino una necesidad real para obtener el máximo rendimiento.

Lo más difícil no es reconocer la importancia y la necesidad de las técnicas de estudio, sino su puesta en práctica día a día. Precisamente se trata: no de saber lo que hay que hacer, sino de hacerlo.

Pero bien, en la investigación realizada resulto tanto o más interesante el proceso  que los resultados obtenidos, debido a que el conocimiento, el aprendizaje como los retos encontrados durante la investigación nos han permitido desarrollar ideas relevantes.

Por ello hemos formulado objetivos claramente definidos, buscando así validar o no nuestras hipótesis, nuestra intención ha sido describir el estado, las características y fenómenos que ocurren en los hábitos de estudios de los alumnos de la Facultad de Ciencias de la Conducta. Sin embargo, surgieron datos que o no apoyaban las hipótesis o podían presentar una interpretación diferente de la que inicialmente les dimos, de acuerdo con nuestro marco de referencia.

Aunque las variables que condicionan el rendimiento académico son numerosas y constituyen una intrincada red en la que resulta complejo ponderar la influencia específica de cada una, se ha generalizado la idea de que los hábitos de estudio influyen considerablemente en los resultados escolares.

En suma, los hábitos y estrategias de estudio deben guardar relación con el futuro perfil profesional del alumno universitario.

En este contexto, la complejidad del fenómeno se ve recreado cuando se atienden cada una de las variables que lo acompañan, por ello hemos construido esta investigación, mostrando una forma de entender y de poder direccionar la manera como se seleccionan las técnicas, las herramientas, las formas y los procedimientos para recoger la información, así como la valoración que se hace de los procesos y de los resultados para nosotros.

[pic 6]MARCO TEÓRICO

Capítulo 1. Definición y características del aprendizaje y enseñanza

PRINCIPIOS

EVALUACIÓN Y APRENDIZAJE

La evaluación es el estímulo más significativo para el aprendizaje: todo acto de evaluación da un mensaje a los estudiantes acerca de lo que ellos deben aprender y cómo deben hacerlo. A menudo, el mensaje no es explícito, no es fácilmente comprendido o es interpretado de manera diferente, recibiendo lecturas distintas por parte de formadores y alumnos.

La buena evaluación no supone sólo encontrar un método “apropiado” y usarlo adecuadamente en relación con la materia que se trabaja. En la evaluación siempre hay consecuencias no buscadas.

APRENDER NO ES NECESARIAMENTE UN RESULTADO DE ENSEÑAR

La investigación cognoscitiva revela que, incluso con lo que se considera una buena enseñanza, muchos estudiantes, incluidos aquellos de talento académico, comprenden menos de lo que se piensa. Los alumnos que presentan un examen son comúnmente capaces de identificar lo que se les ha dicho o lo que han leído; sin embargo, un sondeo cuidadoso con frecuencia muestra que su comprensión es limitada o distorsionada, si no del todo errónea. Este hallazgo sugiere que la calma es esencial para establecer metas en educación: las escuelas deben recoger los conceptos y las habilidades más importantes que deben destacarse, a fin de que puedan concentrarse en la calidad de la comprensión más que en la cantidad de la información presentada.

En algunas circunstancias, los estudiantes, aprenderán a adoptar métodos “superficiales” o “mecánicos” para estudiar (tales como aquellos basados en la memorización) y, en otras, adoptarán métodos más “profundos” o “significativos” (esforzándose por dar sentido a lo que aprenden). Al hacerlo, ellos estarán parcialmente influidos por las formas y la naturaleza de las tareas de evaluación. Los estudiantes aprenderán que, en muchas circunstancias, para obtener buenas notas, será conveniente recurrir a aprendizajes mecánicos.

REESTRUCTURACIÓN

Las personas tienen que construir sus propios significados independientemente de la claridad con la que enseñen libros o profesores. Una persona lleva a cabo esta tarea sobre todo al conectar nueva información y conceptos con lo que ya conoce. Los conceptos las unidades esenciales del pensamiento humano que no tienen vínculos múltiples con lo que un estudiante piensa sobre el mundo no es probable que se recuerden o sean de utilidad. O, si permanecen en la memoria, se quedarán en un lugar etiquetado, y no serán capaces de influir en los pensamientos acerca de ningún otro aspecto del mundo. Los conceptos se aprenden mejor cuando se encuentran en una variedad de contextos y se expresan en diversas formas, pues ello asegura que haya más oportunidades para que entren en el sistema de conocimiento del estudiante.

Pero el aprendizaje efectivo con frecuencia requiere más que sólo hacer múltiples conexiones de las ideas nuevas con las antiguas; a veces se necesita que las personas reestructuren su pensamiento radicalmente. Esto es, para incorporar alguna idea nueva, los estudiantes deben cambiar las conexiones entre las cosas que ya saben o incluso descartar algunas creencias arraigadas. Las alternativas a la reestructuración necesaria son distorsionar la nueva información para ajustarla con las viejas ideas o para rechazarla por completo. Los estudiantes llegan a la escuela con sus propias ideas, algunas correctas y otras incorrectas, sobre prácticamente cualquier tema. Si la intuición y las concepciones erróneas de los alumnos se pasan por alto o se descartan sin ninguna explicación, sus creencias originales tienden a prevalecer, aun cuando puedan dar las respuestas de la prueba que quieren sus maestros. La mera contradicción no es suficiente; se debe estimular a los estudiantes para que desarrollen nuevas perspectivas para lograr una mejor visión.

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