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Didactica


Enviado por   •  12 de Marzo de 2014  •  1.929 Palabras (8 Páginas)  •  147 Visitas

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CAPITULO XVII

FUNDAMENTOS DE LA FACILIDAD PARA ENSEÑAR Y APRENDER

1. Hasta aquí hemos procurado investigar los medios de que ha de valerse el formador de la juventud para llegar de un modo cierto a la consecución de su propósito; veamos ahora cómo han de atemperarse dichos medios a las diversas inteligencias para que puedan recibirlos con facilidad y agrado.

2. Siguiendo las huellas de la Naturaleza hallaremos que fácilmente puede instruirse a la juventud si

I. Se comienza temprano antes de la corrupción de la inteligencia.

II. Se actúa con la debida preparación de los espíritus.

III. Se procede de lo general a lo particular.

IV. Y de lo más fácil a lo más difícil.

V. Si no se carga con exceso a ninguno de los que han de aprender.

VI. Y se procede despacio en todo.

VII. Y no se obliga al entendimiento a nada que no le convenga por su edad o por razón del método.

VIII. Y se enseña todo por los sentidos actuales.

IX. Y para el uso presente.

X. Y siempre por un solo y mismo método. De esta manera todo se irá consiguiendo suave y gratamente. Pero estudiemos ahora las huellas de la Naturaleza.

CAPITULO XVIII

FUNDAMENTO DE LA SOLIDEZ PARA APRENDER Y ENSEÑAR

1. Lamenta mucha gente, y los mismos asuntos lo confirman, que sea tan reducido el número de los que sacan de las escuelas una erudición sólida y en cambio la mayor parte apenas pasan de la superficie y la apariencia.

2. Si investigas la causa, hallarás que es doble. O porque las escuelas se dedican a lo endeble y frívolo, dejando lo fundamental, o porque los escolares dejan olvidar lo que aprendieron, haciendo pasar su entendimiento por muchos estudios sin provecho. Y este último defecto es tan vulgar, que serán pocos los que no le hayan lamentado. Pues si la memoria retuviese todo lo que en alguna ocasión hemos leído, oído o aprendido, ¡qué eruditos seríamos! Ocasiones no nos han faltado de experimentarlo. Pero como sucede todo lo contrario, es evidente que hemos echado el agua en una criba.

3. ¿Habrá remedio para este mal? Ciertamente; si entrando de nuevo en la escuela de la Naturaleza investigamos su procedimiento en cuanto a la producción de las criaturas duraderas. Se podrá

encontrar el modo de que cada uno pueda saber, no solamente lo que aprenda, sino más de lo que aprenda; esto es, no sólo reproduciendo íntegramente lo que los Preceptores y autores le enseñan, sino juzgando él mismo de las cosas por sus principios.

4. Esto se obtendrá sí:

I. No se tratan más que las cosas sólidamente provechosas.

II. Pero todas sin separación.

III. Todas se asientan en fundamentos sólidos.

IV. Los fundamentos se colocan profundos.

V. Todas se apoyan tan sólo en los fundamentos dichos.

VI. Se distingue por artículos o capítulos lo que deba distinguirse.

VII. Todo lo posterior se funda en lo anterior.

VIII. Todo lo coherente se enlaza siempre.

IX. Todo se dispone en relación con el entendimiento, la memoria y el idioma.

X. Todo se corrobora con ejercicios constantes. Veamos con cuidado cada uno de estos grados.

CAPITULO XIX

FUNDAMENTOS DE LA ABREVIADA RAPIDEZ EN LA

ENSEÑANZA

1. Alguno dirá que todo esto es sumamente laborioso y prolijo en extremo. ¿Cuántos Preceptores, cuántas bibliotecas, cuántos trabajos serán necesarios para esta enseñanza universal? Respondo. En efecto; si no hallamos el modo de abreviarlo es asunto de gran magnitud y de no escaso trabajo. El arte es tan vasto, extenso y profundo como el mismo mundo que sometemos a nuestro ingenio.

¿Pero quién es el que desconoce que lo extenso puede contraerse y lo laborioso convertirse en sencillo? ¿Quién ignora que los tejedores tejen rapidísimamente miles de millares de hilos y con maravillosa variedad reproducen imágenes distintas? ¿Quién no sabe que los molineros trituran fácilmente miles de millares de granos y separan sin trabajo alguno y con toda precisión la harina del salvado? ¿Quién ignora que los mecánicos con máquinas no muy grandes y casi sin esfuerzo mueven y transportan moles ingentes? ¿Y los estáticos con una onza tan solo, separada convenientemente del centro de la romana, equilibran muchas libras? No siempre es propio de la fuerza efectuar algo grande, sino del arte. ¿Ha de faltar a los Letrados solamente el arte de ejecutar con ingenio sus cosas? La misma vergüenza debe impulsarnos a imitar la habilidad de los demás y a buscar remedio para las dificultades con que tropezó la labor escolar hasta ahora.

2. No debemos buscar los remedios hasta no conocer la enfermedad y sus causas. ¿En qué consistía que las labores escolares y su aprovechamiento se retardasen de tal modo que la mayor parte, después de gastar toda su juventud en las escuelas, apenas llegaba a conocer todas las ciencias y artes y en algunas ni siquiera pasaba de los umbrales?

3. He aquí las verdaderas causas de ello:

Primera, que no había objetivos determinados ni metas fijas a las que hubiesen de llegar los discípulos en cada año, mes o día y todo era indeciso.

4. Segunda, que no se determinaban los caminos que infaliblemente habían de conducir a la meta.

5. Tercera, que lo que naturalmente está unido no se consideraba conjuntamente, sino por separado.

Por ejemplo: enseñaban a leer solamente a los primeros alumnos de letras y diferían

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