Benetton

Ana Carolina Ospina Lacharme

Mariana Restrepo Patiño

ANALÍSIS DEL CONSUMO Y EL CONSUMIDOR, Y SU IMPORTANCIA DESDE LA ERA POSMODERNA Y LA PUBLICIDAD .

Los temas a tratar dentro del trabajo son: Producto y consumidor, sociedad y consumo (difrencias entre consumo, consumismo, consumo masivo y sociedad de consumo), importancia del consumidor.

¿Cómo es el consumo y el consumidor desde la publicidad y la era posmoderna? Y su importancia dentro de estas.

El objetivo de este trabajo es mostrar la importancia del consumo y el consumidor desde la publicidad y la era posmoderna.

INTRODUCCIÓN

El hombre desde sus inicios entendió que posee necesidades básicas que van relacionadas tanto con las supervivencia y su realización como persona, estas son las de fisiología, seguridad, afiliación, reconocimiento y autorrealización. Siempre se ha estudiado este proceso de satisfacción de necesidades y se ha entendido que no solo estas rigen dentro del consumo y el comportamiento humano, sino también los deseos que van ligados fuertemente con el lugar donde este se desarrolle y desenvuelva como la sociedad, las normas y leyes que hayan en este y la misma cultura con las tradiciones. El hombre es un ser insaciable y por naturaleza debe consumir para subsistir.

El consumo trasciende lo material, ya que es un conjunto de procesos socioculturales, (necesidades y deseos) reducidos a productos y servicios. Este ha sido objeto de estudio de la humanidad a lo largo del tiempo sobretodo en las últimas décadas después de la segunda guerra mundial, periodo en el cual y hasta nuestros días la curva de demanda crece de una forma acelerada. Para este texto me pareció un tema de gran interés el poder por lo menos dejar planteada la relación que existe entre el producto y consumidor, entre la sociedad y el consumo; y la forma en la que influye la publicidad y el mercadeo en la personas.

DESARROLLO DEL TEMA

Producto y consumidor

“Podemos simpatizar o no con la artificialidad cultural del hombre (eso que otros han llamado civilización), su paulatino, constante e imparable alejamiento de la realidad física y biológica. El asunto, más allá del juicio personal, es que el hombre como animal simbólico construye una realidad que trasciende lo que puede ser llamado “racional”. Por lo cual, una moralidad de las necesidades humanas (¿qué es lo necesario y qué no lo es?) y por ende del consumo, desde una lógica puramente “racional”, no puede dar cuenta de este juicio simbólico. La crítica a la artificialidad de las necesidades contemporáneas y a sus objetos o satisfactores, es una crítica a la experiencia humana y a todo lo que nos hace humanos.”

(Mejía Juan Felipe, Mercadeo Simbólico, Relaciones y Consumo Social, 2012)

El análisis del consumo desde la perspectiva del consumidor es muy reciente y confuso.

El cliente o consumidor, llamado así desde el punto de vista de la publicidad, es definitivamente muy complejo y polisémico, en él se encuentran, diferentes gustos, deseos, costumbres, carencias y necesidades. A la mayoría los mueve lo emocional en vez de lo racional a la hora de comprar o simplemente actuar, esto es muy importante porque por encajar dentro de cierto grupo de personas tienden a comprar cosas que no desean y terminan culpando a la sociedad, la publicidad, las empresas y cualquier cosa que se les pase por el frente, sin darse cuenta que la “sociedad” son ellos mismos. Es cierto que la publicidad crea estereotipos, buscando vender y mostrar el bien o servicio de la mejor manera posible, el consumidor a pesar de ser muy crítico y racional tiende a verse de nuevo afectado por lo emocional y las ganas de encajar y querer llegar a ser lo que se muestra, esto es entendible, el ser humano por naturaleza necesita estar en constante relación con los demás.

Gracias al consumo las personas entran en sociedad, mejoran sus condiciones de vida, se es libre de optar por lo que quiera, tiene capacidad de raciocinio que le permite discernir en que es lo mejor y que no para su beneficio propio, es condicionado por su sed insaciable de deseos y  claro está, ofertas en gran cantidad por parte de las empresas en el medio.

Las empresas son conscientes de que el producto se crea cuando hay una carencia en la vida de las personas. Sus grandes estrategias de mercadeo buscan satisfacer al consumidor, en esta relación al cliente se le ofrece variedad en productos y alta calidad en ellos, obviamente generando riquezas para ellos y mejorando la vida del cliente, así ambos ganan. La segmentación de mercados, la toma en cuenta del poder del consumidor en procesos de innovación de producto, la responsabilidad corporativa de la empresa dan cuenta de la  gran importancia del consumidor.

Las personas suelen confundir términos como lo son el consumo, consumismo y sociedad de consumo. El consumo es gastar en productos, bienes o servicios, relacionado a esto entendemos que consumir vendría siendo el hecho de utilizar estos productos y servicios para satisfacer necesidades primarias y secundarias. El consumo masivo ha dado lugar al consumismo y a la denominada sociedad de consumo donde ya no existe un equilibrio dentro de las ganancias que se posee y lo que se puede gastar, se tiende a aumentar los niveles de satisfacción personal dejando a un lado la misma rentabilidad para seguir haciéndolo a futuro .

“Los seres humanos no deben ni pueden ser concebidos simplemente como agentes económicos ni como cifras dentro de los estudios de aumento o disminución de bienes y de servicios. Debe concebirse su humanidad desde la vida en entornos físicos agradables, en armonía social; una convivencia de comunidades reales con estilos de vida compatibles con sus aspiraciones sociales y culturales.”

(Jallier, 2010, p. 88)

“Se busca que las personas sean tenidas en cuenta dentro de todo proceso de transformación, a través de oportunidades de acceso libre, igualitario y universal al conocimiento. El ciudadano por tanto es un actor clave en el proceso de desarrollo social, visión muy alejada del estereotipo del consumidor manipulado.”

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