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Monotonia Cotidiana


Enviado por   •  12 de Octubre de 2012  •  2.802 Palabras (12 Páginas)  •  483 Visitas

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LA HISTORIA PERSONAL, ESCOLAR Y LA GRUPALIDAD

La monotonía cotidiana

También los profesores se interesan por un aspecto muy limitado de la experiencia escolar de niño. También ellos tienden a centrar su atención en actos determinados de mal comportamiento o buen comportamiento como signo representativo de lo que un niño determinado ha hecho en la jornada escolar, aunque estos actos sólo hayan ocupado una fracción mínima de la experiencia del niño. Los profesores, como los padres, raras veces se detienen a considerar la importancia de miles de episodios insignificantes que, unidos constituyen la rutina de la clase.

El niño es, asimismo, poco selectivo, aunque alguien se tomase la molestia de preguntarle por todos los detalles de su jornada escolar, probablemente seria incapaz de enumerarle todas las cosas que ha hecho a lo largo del día. También para el niño el día ha quedado reducido a un pequeño número de acontecimientos significativos (“me han dado un 10 en lectura”, “hoy ha venido

I

La escuela es un lugar en que se aprueba o se suspende, en que suceden cosas divertidas, se aprenden cosas nuevas y se adquieren nuevas capacidades. Pero es también un sitio donde los alumnos se alientan, escucha, esperan, levantan la mano, se pasan papeles de mano en mano, están en filas y afilan sus lápices. En la escuela encontramos amigos y enemigos, desataos nuestra imaginación, se resuelven nuestras dudas. Pero también en la escuela bostezamos, pintamos sobre a tapa de los pupitres, hacemos colectas y pasamos al último banco. Ambos aspectos de la vida escolar, los que destacan y los que pasan desapercibidos nos son familiares a todos, pero los últimos, aunque sólo sea por la obscuridad en que los sumergimos, parecen merecer más atención de la que les dedican hasta ahora los profesionales de la educación.

Para apreciar la importancia de los acontecimientos triviales de la clase hay que tener en cuenta:

 La frecuencia con que ocurren.

 La uniformidad del entorno escolar.

 La obligatoriedad de la asistencia diaria.

En otras palabras, tenemos que reconocer que los niños pasan mucho tiempo en la escuela, que los locales en que se desenvuelven son muy parecidos entre sí y que se encuentran allí lo quieran o no.

nos proponemos describir la vida escolar.

Comprenden tres hechos con los que hasta el más pequeño escolar tiene que aprender a enfrentarse y que pueden describirse con tres palabras clase: grupo, evaluaciones y poder (autoridad).

Aprender a vivir es una clase implica, entre otras cosas, aprender a vivir en un grupo. La mayor parte de las cosas que se hacen en la escuela se hacen en colaboración con otros, al menos en presencia de otros y este hecho tiene una influencia determinante en la vida del alumno.

No menor importancia tiene el hecho de que la escuela es fundamentalmente un lugar que se evalúa la actividad del alumno. No solo es importante lo que uno hace, sino también lo que los demás piensan de lo que uno hace. La adaptación a la vida escolar exige al alumno acostumbrarse a vivir sujeto constantemente a la evaluación de otras personas.

Finalmente, en la escuela se establece claramente una división entre débiles y fuertes.

Los profesores son más fuertes que los alumnos en el sentido de que tienen más responsabilidad en la configuración de los acontecimientos de la clase y esta diferencia de autoridad es otro condicionante de la vida escolar ante la cual tiene que reaccionar los alumnos.

Con frecuencia los alumnos se encuentran fuera del medio escolar, entre un grupo numeroso de gente, son objetos de critica o alabanza, y se ven dominados por personas que se encuentran en una posición de superioridad frente a ellos. Pero este tipo de experiencias se dan con una frecuencia especial en el medio escolar y es precisamente en este medio donde se desarrollan los mecanismos de adaptación que tendrán influencia decisiva en otros contextos y en otras etapas de la vida.

II

Todo el que se dedica a la enseñanza sabe que la clase implica mucho trabajo, aunque un observador ocasional puede pensar lo contrario. Para comprender el significado que esta actividad encierra para los que la desarrollan podemos fijar nuestra atención en el profesor en cuanto canalizador del intercambio social de la clase. Esta implica, generalmente, hablar y el profesor hace las veces de regulador de dialogo de la clase. El profesor desempeña, además, otra función que ocupa parte de su tiempo. La función de sargento de intendencia. El espacio de la clase y el material escolar son limitados y el profesor tiene que ordenar inteligentemente estos recursos.

Íntimamente relacionada con la tarea de distribuir los recursos materiales está la de conceder privilegios especiales a los alumnos que lo merecen.

Otras responsabilidad del profesor, que dirige nuestra atención a otro aspecto importante de la vida de la clase, es la de distribuir el tiempo. El profesor es el que se ocupa de que todo comience y termine a su debido tiempo, más o menos. En muchas escuelas existe un sistema de timbres que le ayuda a realizar esta misión, pero el profesor no puede prescindir totalmente de mirar de vez en cuando al reloj. La influencia de este comportamiento nos recuerda, sobre todo, que la escuela es un lugar en que las cosas suceden, muchas veces, no porque los alumnos lo quieran, sino porque ha llegado su tiempo.

Todas las acciones del profesor que hasta ahora hemos descrito están unidas entre sí por un lazo común. Todas ellas se deben al carácter masivo de la clase. Lo que mantiene al profesor tan ocupado es, en parte, la presión del número y del tiempo. Lo que el profesor hace cuando trabaja dentro del marco físico, temporal y social de la clase impide que los acontecimientos queden a merced del libre impulso individual.

Es evidente, pues, que si queremos alcanzar los objetivos de la enseñanza y evitar el caos social, no tenemos más remedio que imponer ciertos controles.

Una de las consecuencias inevitables de la ordenación del tráfico es la experiencia de la lentitud. En una masa de gente que dispone de unos recursos limitados unos tiene que esperar hasta que los otros hayan terminado. Cuando

veces es beneficioso, cuando aquello que esperamos llega. Pero, como todos sabemos, a veces se espera en vano.

El resultado último de muchas de las esperas que hay que hacer en la clase es la negación de

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