TP - Teoría Y Técnica De Grupos

¿Dónde ahora? ¿Cuándo ahora? ¿Quién ahora? Sin preguntármelo. Decir yo. Sin pensarlo. Llamar a esto preguntas, hipótesis. Ir adelante, llamar a esto ir, llamar a esto adelante. Puede que un día, venga el primer paso, simplemente haya permanecido, donde, en vez de salir, según una vieja costumbre, pasar días y noches lo más lejos posible de casa, lo que no era lejos. Esto pudo empezar así. No me haré más preguntas. Se cree sólo descansar, para actuar mejor después, o sin prejuicio, y he aquí que en muy poco tiempo se encuentra uno en la imposibilidad de volver a hacer nada. Poco importa cómo se produjo eso. Eso, decir eso, sin saber qué. Quizá lo único que hice fue confirmar un viejo estado de cosas. Pero no hice nada. Parece que hablo, y no soy yo, que hablo de mí, y no es de mí. Estas pocas generalizaciones para empezar. ¿Cómo hacer, cómo voy a hacer, qué debo hacer, en la situación en que me hallo, cómo proceder? […]

El innombrable, Samuel Beckett

El arte debe ser una forma de escapar de la identidad ficcional que nos ofrece un sistema capitalista, de un yo único, de un solo mundo o como dice Pompeyo Audivert de una unidad de perdición. El teatro, como rama del arte, funciona como espejo de la realidad social, en realidad el teatro debe ser la piedra que rompa con ese espejo y demuestre que el mundo está formado por varios mundos, por varias formas de verlo o interpretarlo, una mirada caleidoscópica.

La burguesía nos hace creer que todo está determinado, lo histórico y la sociedad nos limitan a la naturaleza de ser. ¿Por qué hay que ser? O ¿Por qué debo ser uno?.

El teatro es un acto poético de producción que cuando se limita a ciertos requisitos de una sociedad alienada pierde la esencia creadora. Es un acto de producción en donde se observan las transparencias de las máscaras, o sea, en donde surge la identidad que está más allá de la que nos fue dada en este mundo, de ese ser que en realidad no soy, en el teatro podemos ser reyes o esclavos, policías o ladrones. Esto último hace pensar que cuando somos niños la función poética se hace más presente, o acaso ¿No podemos imaginarnos, en diferentes juegos, que somos alguien más o que estamos en otra realidad?. Claro que sí, estamos todavía en proceso de adoctrinamiento, aprendiendo como debemos ser e interpretar, limitandonos a un simple rol asignado.

Lo poético que va más allá de la identidad y pertenencia, Hermann Hesse se refería a esto mismo en El Lobo Estepario cuando dice:

“La idea equivocada y funesta de que el hombre sea una unidad permanente, le es a usted conocida. También que el hombre consta de una multitud de almas, de muchísimos yos. Descomponer en estas numerosas figuras la aparente unidad de la persona se tiene por locura, la ciencia ha inventado para ello el nombre de esquizofrenia. La ciencia tiene en esto razón en cuanto es natural que ninguna multiplicidad puede dominarse sin dirección sin un cierto orden y agrupamiento. En cambio, no tiene razón en creer que sólo es posible un orden único, férreo y para toda la vida, de los muchos sub-yos. Este error de la ciencia trae no pocas consecuencias desagradables; su valor está exclusivamente en que los maestros y educadores puestos por el Estado ven su trabajo simplificado y se evitan pensar y la experimentación. Como consecuencia de aquel error pasan muchos hombres por <<normales>>, y hasta por representar un gran valor social, que están irremisiblemente locos, y a la inversa, tienen a muchos por locos, que son genios. Nosotros completamos por esto la psicología defectuosa de la ciencia con el concepto que llamamos arte reconstructivo. Al que ha experimentado la descomposición de su yo, le enseñamos que los trozos pueden acoplarse siempre en el orden que se quiera, y que con ellos se logra una ilimitada diversidad del juego de la vida. Lo mismo que los poetas, crean un grama con un puñado de figuras, así construimos nosotros con las figuras de nuestros yos separados constantemente grupos nuevos, con distintos juegos y perspectivas, con situaciones eternamente renovadas. ¡Vea usted! ”

El lobo estepario, Hermann Hesse

Esto es el arte de vivir… el arte como el nexo con su ser poético, con su sí mismo más vasto, su ser otros.

La “realidad” única como tal nos es brindada desde que nacemos por una sociedad que nos provee o más bien nos limita a un rol de manera imperceptible, nos inculca un marco de lectura sobre el mundo

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