DESARROLLO CURRICULAR

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL LIBERTADOR

EXTENSIÓN ACARIGUA

DESARROLLO CURRICULAR

AUTORA:

Ochoa J.

Acarigua, mayo de 2014

La educación representa uno de los elementos en el proceso de formación, desarrollo y autorrealización del individuo, en la que las acciones educativas deben ir orientadas a la formación integral, hasta mejorar las necesidades pedagógicas de las niñas y niños para el fomento de la autoconstrucción del conocimiento con base en la experiencia, asumiendo la interacción que esta lleva a cabo con su entorno.

Dentro de este orden de ideas, la educación tiene como finalidad básica impulsar a los hombres y mujeres para que desarrollen sus potencialidades, su vocación, con el propósito de incorporarse a las exigencias de las realidades dinámicas, por cuanto, el sistema educativo se focaliza en los mismos estudiantes, como tal, busca que ellos a través de sus potencialidades se consoliden como ser social y pensante.

En tal sentido, la Educación inicial es de gran importancia para el desarrollo evolutivo y el afianzamiento de futuros aprendizajes del niño y la niña, de allí, que las docentes que se desempeñan en este nivel deben asumir con amor y paciencia dicho desafío, el cual representa gran exigencia, puesto que permite proveer las satisfacciones al educando, para que este consolide su desarrollo integral.

De este modo, el Ministerio del Poder Popular para la Educación (2007), señala a través del Diseño Curricular Bolivariano que “La Educación inicial contribuye a la formación de un niño sano participativo, autónomo, espontáneo que sea capaz de pensar desde sí mismo, resolver problemas y desenvolverse armoniosamente en los diferentes contextos donde emerge”. (p. 11). Con respecto a esto, los niños y las niñas son capaces de desarrollar sus destrezas necesarias para fortalecer sus potencialidades, debido a que en este nivel, se orientan una serie de acciones estratégicas que conducen a los escolares al logro y dominio pleno de sus competencias motrices, sociales y cognitivas, permitiéndole integrar las interacciones a nivel de pensamientos, emociones y socialización.

De esta manera, el docente en su acción formadora, debe ir en total complementariedad con el diseño curricular, para así desarrollar a plenitud las competencias y potencialidades de los escolares, garantizándole su formación integral, así como su equilibrio social. Esto es posible, puesto que el currículo alberga un conjunto de objetivos, contenidos, criterios metodológicos y técnicas de evaluación que orientan la actividad académica en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Al respecto Manizales (2002), lo describe “como el conjunto de políticas, lineamientos y estrategias educativas adoptadas, para el desarrollo y la formación integral en el ámbito de la educación” (p. 57).

Sobre esta premisa, se afirma que el mismo emerge para responder a las necesidades y expectativas de un país; por lo tanto, para dar cumplimiento a estos postulados, se debe estructurar a los parámetros y estatutos de estado, concibiendo al mismo, como una estructura previa que rige el activismo educativo.

Por consiguiente, el currículo y su desarrollo debe constituirse por medio de teorías y concepciones, siendo estas prominentes en la construcción y diseño del mismo, puesto que estas encaminan la estructura genérica, así como su enfoque y corriente psicológica a seguir, fecundando la acción en la práctica, convergiendo la teoría en la función docente. Prescribiendo el carácter teórico y práctico-funcional de ese paradigma esquemático, contenido en su esencia.

En relación con lo antes planteado, Magendzo (2000), describe que “el proceso de desarrollo curricular, es decir diseñar y planificar el currículum para su puesta en acción, requiere en primer término comprender lo que el currículum es y hace” (p. 58). Es decir, que se debe profundizar en la teoría del currículum y en las concepciones curriculares que orientan este proceso. En otras palabras, el desarrollo curricular no es una tarea que se realice de manera arbitraria, neutra o desprovista de un norte orientador. Esto se debe a que, en el proceso de desarrollo, está en juego una concepción de ciudadano y de sociedad, por lógica un sistema valorativo.

Sin embargo, el desarrollo curricular va más allá que sólo teorías, busca la coalición lógica entre este y la realidad socioeducativa, con la intención de que las acciones pedagógicas tengan sentido y significado escolar, desde realidades particulares, promoviendo de esta manera, un aprendizaje con sentido, significado para las niñas y niños. Por esta razón, dicho desarrollo debe alternarse con los siguientes factores: eficiencia social, enfoque académico, centrado en el estudiante y la reconstrucción social.

Es así, que el interés central del enfoque de Eficiencia Social según Magendzo (ob. cit.), es "el instrumentalismo científico. Este interés establece que el currículum debería ser desarrollado de una manera científica y que el desarrollo curricular debería ser un instrumento para satisfacer las necesidades sociales” (p. 73). Asumiendo que los desarrolladores del currículum se conciben como instrumentos que perpetúan el funcionamiento de la sociedad al preparar al estudiante individual pero con incidencia colectiva, para que tenga una vida adulta significativa dentro

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