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La escuela y sus contextos


Enviado por   •  11 de Diciembre de 2018  •  Apuntes  •  16.310 Palabras (66 Páginas)  •  123 Visitas

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La escuela y sus contextos

¿Acaso a escuela debe conservar su mirada ordenadora o responder a la videoclipación que imponen las pantallas? poco a poco, los objetos de consumo pretenden constituir a los sujetos como seres humanos socialmente incluidos y reconocidos por sus pares. Los valores, los acuerdos y los modelos mutan de manera constante y al calor de ese devenir alocado muchas veces se estimulan prejuicios, se generan odios, se anidan violencias; entonces ¿Cuál es el desafío de la educación en el tiempo líquido? ¿Para qué definir contenidos curriculares a mediano plazo en un contexto donde todo se ha tornado descartable? un riesgo reside en la tentación de actuar como si se modificaran modelos cuando nada cambia: un ejemplo, el envío de equipamiento tecnológico a las escuelas sin capacitación docente y sin construcción de proyectos institucionales hace que en las planillas de la burocracia se muestre una versión diferente de la de la practica escolar. Una salida sería establecer agenda política educativa que intervenga de manera eficaz en el diseño de estrategias pedagógicas que operan como esclusas a fin de poner en movimiento el pensamiento crítico y la participación de las nuevas generaciones: desarrollar confianza y compromiso de los sujetos (jóvenes y adultos) es un punto clave para la reconstrucción de sentido al que nos referimos.

La escuela se percibe avasallada por un enemigo que prevé poderoso: las tecnologías de la comunicación y la información. Ni docentes ni pedagogos terminan de incorporarlas a las aulas con el fin de que millones de estudiantes encuentren las herramientas necesarias para desenvolverse en el nuevo entorno: conocimientos significativos que permitan comprender la complejidad de la transformación que atravesamos.

Durante décadas la escuela asumió una desgastante competencia con los medios y las tecnologías de comunicación que fueron minando su identidad. La nueva escuela será diferente de aquella portadora del saber hegemónico. Habrá que volver a pensar para qué reunir estudiantes y docentes, cómo hacerlo y de qué modo la apropiación de herramientas digitales puede constituirse en un puente que ayude a garantizar una educación de calidad.

Si la escuela logra adoptar nuevos paradigmas, podrá actuar como incubadora del pensamiento crítico, estimulando la capacidad de preguntar, interpelar, analizar, agrupar, producir, conectar, comprender, incidir y, así, aportar a la transformación de sujetos autónomos.

MAESTROS DEL PRESENTE:

La profesión docente y su mundo son atravesados por conflictos y demandas relevantes, al punto de que George Steiner sugiere que están sometidos a un movimiento tectónico que devendrá en un nuevo equilibrio: la computación, la teoría y búsqueda de información, la ubicuidad de internet y la red global hacen realidad algo que es mucho más que una revolución tecnológica. Suponen transformaciones en la conciencia, en los hábitos perceptivos y de expresión, de sensibilidad recíproca, que apenas estamos empezando a calibrar.

El maestro está inmerso en esta crisis y su figura se esmerila ante la incertidumbre; por eso es necesario una resignificación de esta figura que, en los discursos, se alaba pero, en la cotidianidad, se socava: a menudo desde los medios, las familias, los funcionarios.

En el presente la figura del maestro preguntador, capaz de promover estudiantes preguntadores, es necesaria para que el encantamiento que producen las tecnologías no inhiba la capacidad de interrogar, de cuestionar, de pensar.

La figura del maestro es la que nos hace tomar conciencia de que somos perfectibles y de que hay más conocimiento por aprehender. El maestro es un guía capaz de estimular el pensamiento aún en condiciones adversas.

Cada docente en particular y el sistema educativo en su conjunto se enfrentan a profundas transformaciones. sin embargo, el dilema esencial que tiene hoy cada maestro al mirar a sus alumnos tal vez no haya variado demasiado.

Poco sabemos de as nuevas escuelas, de aquellas que albergarán a las nuevas generaciones, de sus formatos, tiempos y currículos. Pero sí sabemos que el maestro es, en un época marcada por la desigualdad de oportunidades, una figura clave para romper las espirales de injusticia que acortan el horizonte de las infancia más castigadas, figura que debe ser reconocida tanto simbólica como materialmente, porque en las puertas que los maestros enseñan a abrir reside parte de la construcción de la historia de los pueblos.

CRUZADORES DE FRONTERAS:

La cultura escolar está atravesada por múltiples transformaciones de diverso orden a las que se enfrenta día a día. Muchas están vinculadas a la presencia de los medios y las nuevas tecnologías de la comunicación. Tal situación enfrenta a los docentes a desafíos novedosos que coexisten con otros que estallan sin aviso en el quehacer cotidiano y que invitan a reconsiderar el sentido de ese espacio y tiempo de encuentro para el conocimiento. Sin embargo, el sistema educativo suele ofrecerle pocos espacios que sugieran reflexionar acerca de los desafíos que se le presentar al abrirle la puerta a la tecnología.

Cruzar fronteras significa: que los profesores y otros intelectuales hacen problemáticas y dejan atrás las fronteras culturales, teóricas e ideológicas que los encierran dentro de la seguridad. Ser un cruzador de fronteras significa que uno tiene que descubrir de nuevo tradiciones, no dentro del discurso de sumisión, reverencia y repetición sino, como describe Ernesto Laclau, "como transformación crítica, uno debe construir su propio discurso como diferencia respecto a esa tradición y eso supone, al mismo tiempo, continuidades y discontinuidades".

Ser docente, desde la perspectiva de cruzador de fronteras, supone desandar la propia historia, poner en tensión las propias dificultades, interpelar saberes heredados y construir estrategias que permitan atravesar los límites que simulan brindar seguridad cuando en realidad lo socaban. Y, fundamentalmente, no hacerlo en soledad.

El desafío que enfrenta el docente en contextos de feroces violencias simbólicas y materiales, en entornos digitales sumergidos en contextos de injusticia social y profundas desigualdades, es complicado. Por eso, una vez adquiridas ciertas habilidades y destrezas, que den confianza y seguridad al futuro docente, la formación tiene que permitirle imaginar caminos para aprender, que es la capacidad para buscar, jerarquizar y organizar la información omnipresente que hayamos sobre todo en internet.

Los sentidos del tiempo escolar en la ampliación

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