Desarrollo curricular - Monografía
ErasmoCidMonografía20 de Octubre de 2015
3.096 Palabras (13 Páginas)193 Visitas
[pic 1]
MAESTRIA EN EDUCACIÓN
Módulo:
Desarrollo curricular
Monografía
Índice.
I.- LAS TENDENCIAS ACTUALES DE LA EDUCACION.
1.1 La Educación del Futuro
1.2 Las Macrotendencias
1.3 La Sociedad del conocimiento
1.4 Relación entre Educación, Trabajo y Empleo
II.- LOS ESQUEMAS ALTERNATIVOS PARA EL ANALISIS CURRICULAR.
2.1 La Universidad del siglo XXI
2.2 El Papel del Docente en el Proyecto Curricular
2.3 El Perfil del alumno globalizado
2.4 El Proceso de Enseñanza y Aprendizaje de última generación
INTRODUCCION.
Este documento tiene la intención de mostrar de manera simple y clara aunque muy sintética, las relaciones que existen entre educación trabajo y empleo, abordando también el problema del desajuste entre la oferta y la demanda de profesionistas en el mercado laboral visto desde la perspectiva de la Universidad como un agente de cambio social, y formador de profesionistas que se insertarán y cubrirán la demanda laboral; las empresas en completo dinamismo y evolución buscando en todo momento ser más competitivas, demandantes de empleados más especializados y con nuevas habilidades y una tercer perspectiva, el gobierno como un mediador o como quien sería el responsable de crear los ambientes adecuados, para que se forme una triple hélice de cambios y motor de desarrollo para el país; y por otro lado las dificultades que han enfrentado el país al intentar replicar los mismos cambios en sus sistemas educativos.
Así mismo se hace una breve síntesis de una serie de documentos citados en la bibliografía en donde se presentan distintos puntos de vista de la visión de la educación del futuro y una visión del futuro de las universidades.
1. LAS TENDENCIAS ACTUALES DE LA EDUCACIÓN.
En su mayoría las principales propuestas que se estudian en los países con un alto grado de desarrollo económico se centran en hacer en la necesidad de hacer más flexible el mercado de trabajo, reformar los sistemas de protección laboral y social, (legislación laboral, y recientemente en México, regulación de la figura del outsoursing, reforma a la ley laboral, para que las empresas puedan contratar y pagar a trabajadores por hora, y como consecuencia de esto, esperamos en cualquier momento que se legisle en materia de seguridad social para empatar o acoplar las leyes de seguridad social a los recientes cambios de la legislación laboral), los beneficios por desempleo y las políticas salariales, todo esto con la única intención de reducir costos, en aras de optimizar recursos y hacer más rentables y competitivas a las empresas.
Las empresas en la actualidad están en constantes cambios, han adoptado políticas tendientes a reducir los estratos jerárquicos y descentralizar la toma de decisiones, los ambientes para los trabajadores se han vuelto más participativos, y se busca estos sean más autónomos.
Estos cambios –positivos para las empresas, porque son tendientes a reducir costos- benefician solo a un grupo de trabajadores, siendo estos los profesionistas, gerentes, técnicos, y por otro lado crece el número de perdedores o excluidos de esta constante dinámica de cambio. Los trabajadores menos capacitados están siendo marginados en un mercado laboral que se ha vuelto cada vez más exigente, y que recompensa la educación y el adiestramiento.
Actualmente los profesionistas, principalmente los más jóvenes, son quienes en mayor medida afrontan el problema del desempleo, sin embargo se demuestra que a largo plazo son éstos quienes reciben los mayores beneficios del mercado laboral, tomando las primeras oportunidades que se presentan cuando hay reacomodos en las estructuras jerárquicas o en la demanda laboral.
En la actualidad es más frecuente aceptar lo que una década atrás empezó a señalarse respecto de que la educación, aun cuando es un factor necesario, ya no es suficiente para promover por sí misma el desarrollo y la justicia social. Desde diversas perspectivas, se atribuye a las instituciones de educación superior (IES) en esta situación, y se han hecho algunos comentarios que procuran poner en perspectiva la viabilidad de las propuestas que se han realizado para que las IES afronten los problemas del desajuste entre la oferta y la demanda de profesionistas.
La realidad actual y tangible confirma la existencia de un desajuste entre la oferta y la demanda de egresados que provoca que éstos enfrenten mayores problemas para incorporarse adecuadamente al mercado de trabajo, siendo los grupos más educados (con educación media superior y superior) los que presentan las tasas más altas de desempleo; no obstante, algunos trabajos de investigación (Zamudio, 1997; Márquez, 2010) muestran evidencias de que el desempleo de los profesionistas afecta particularmente a los jóvenes y tiende a disminuir con el paso del tiempo, hasta adquirir niveles semejantes a los que presentan los grupos de menor escolaridad, y esto es lógico y se entiende en el sentido de que el aumento de las competencias de los trabajadores promovida por la expansión escolar crearía su propia demanda en el mercado de trabajo, puesto que las empresas realizan ajustes para aprovechar las mayores competencias de los trabajadores más educados y, en consecuencia, les ofrecen mayores retribuciones.
La educación que ofrecen las IES, sufre de la carencia de elementos en los planes y programas de estudio para que los egresados adquieran habilidades y competencias que, más allá de los conocimientos disciplinares -orientados en la mayoría de los casos a formar profesionistas "listos para insertarse" en un medio laboral completamente dinámico- los preparen para adaptarse a nuevos ámbitos de desarrollo profesional y formas de organización del trabajo; diversas voces en la sociedad consideran que las IES se encuentran desfasadas con respecto a los nuevos requerimientos del sector productivo, mismo que se percibe inmerso en procesos de cambio bastante dinámicos que impactan los procesos de producción y organización del trabajo al interior de las empresas.
Por otro lado la ausencia de medidas encaminadas a reorientar la oferta educativa que evite la alta concentración de la matrícula en carreras que muestran niveles elevados de saturación en el mercado de trabajo, -contaduría, derecho, administración- así como de iniciativas para crear nuevas carreras, combinaciones de las existentes que respondan mejor y de manera más flexible a las nuevas exigencias del mercado laboral y/o ampliar la matrícula de carreras que se ajusten mejor a los avances del conocimiento y que integren procesos de alto valor agrega- do (como por ejemplo: química biotecnología, genómica, mecatrónica, microelectrónica y telecomunicaciones, nanotecnología, y sobre todo un mayor impulso a la formación de ingenieros).
Aunado a las problemáticas anteriores se suma la mínima o nula inversión que realizan los gobiernos (países/estados), y la falta de cooperación en inversión por parte de la iniciativa privada y las mismas empresas, en investigación científica y tecnológica, la falta de iniciativa para adoptar y/o desarrollar nuevas tecnologías en planta y equipo, así como para llevar adelante procesos de reorganización del trabajo, se percibe que sus procesos de modernización, antes que generar nuevos puestos de trabajo, han tendido a desplazar fuerza de trabajo mediante el uso de nuevas tecnologías. Y en otros casos también se culpa a las empresas de precarizar las condiciones de trabajo mediante la implementación de nuevas formas de contratación, como son la subrogación de servicios o la contratación por tiempos definidos. (hechos estos ya tangibles y con el consentimiento de los gobiernos que en aras de un mayor desarrollo económico, crecimiento de la plantas productivas, creación de ambientes adecuados para la inversión extranjera, han hecho modificaciones a la legislación laboral y de seguridad laboral, para adoptar estos esquemas, que finalmente terminan precarizando las condiciones laborales, y demandando mayor especialización a los empleados)
Otra perspectiva ubica la causa de los desajustes en las políticas que ha venido aplicando desde el siglo pasado el gobierno federal, señalando la falta de una política orientada al desarrollo de la educación superior, la ciencia y la tecnología, limitando con ello la posibilidad de desarrollar y consolidar un sistema de ciencia y tecnología con capacidad para innovar los procesos de producción de las empresas mexicanas, lo cual también tendría impacto en la generación de empleos altamente productivos
Finalmente concluimos con una visión mucho más integral desde donde se percibe que los tres sectores antes mencionados forman parte del problema y por ello, también de la solución, bajo esta concepción, la idea de "la tripe hélice"(gobierno, universidad e industria) es hacer explícitas y organizar estas relaciones para generar un mayor impacto en la innovación y el desarrollo económico de la sociedad.
Bajo la anterior idea se establece a la universidad como centro, cuyo papel consiste en realizar sus actividades de investigación y desarrollo basadas en principios académicos, a la industria como fuente de financiamiento y demandas específicas basadas en sus actividades comerciales que procuran la generación de nuevos negocios y productos, y el gobierno, cuyo papel es ser gestor de las condiciones políticas y del marco regulatorio de las relaciones entre las instituciones anteriores, así como el de ser el generador de los entornos propicios para el crecimiento económico en las transformaciones internas que cada uno de los sectores debe realizar para favorecer sus relaciones
...