Teorias curriculares
Martin MirandaInforme5 de Marzo de 2022
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UNIVERSIDAD PRIVADA DEL ESTADO DE MÉXICO.
NOMBRE DE PROFESOR: GONZALES OLMOS ISABEL ALEJANDRA.
MATERIA: DISEÑO CURRICULAR
NOMBRE DE LOS INTEGRANTES:
DÍAZ DAMIÁN PAMELA.
ESPINOSA VÁSQUEZ LUCIA.
GUEVARA HERRERA ALONDRA.
SIGLER MATUS BRENDA ABIGAIL.
MIRANDA ÁLVAREZ MARTIN ISAAC.
INVESTIGACIÓN DE TEMAS 2.1.1, 2.2, 2.2.1, 2.2.2.
FECHA DE ENTREGA: 22 DE FEBRERO 2022.
El asociacionismo
El asociacionismo es una corriente de la psicología que surgió en Gran Bretaña y que pretende dar explicación a las cuestiones psíquicas a partir de los principios que rigen la asociación de ideas. Esta teoría, en definitiva, reflexiona sobre cómo los pensamientos establecen diferentes clases de combinaciones en la mente.
John Locke (1632–1704), de acuerdo a los postulados de Aristóteles (384 A.C. –322 A.C.), aseguraba que los seres humanos nacen en blanco, sin ninguna clase de habilidad innata o de aptitud natural. Sólo las experiencias que las personas viven con el paso del tiempo les permiten desarrollar ciertas representaciones, lo que quiere decir que las ideas no surgen a través del raciocinio.
El asociacionismo según la psicología
De acuerdo a la psicología experimental, por otra parte, se habla de asociacionismo pasivo para indicar cómo la mente actúa como un reflejo de las representaciones naturales que dan sentido a la existencia.
En este sentido, habría que subrayar que dentro de ese citado campo de la psicología muchas son las escuelas que han abordado y apostado, de un modo u otro, por lo que es el asociacionismo. De esta manera, por ejemplo, se podría destacar la psicología mentalista de corte empirista, el conductismo que se basa en la unión estímulo-respuesta, el conexionismo que gira entorno a la conducta y los procesos mentales, o el psicoanálisis que se centra en la libre asociación de ideas como método terapéutico.
David Hartley (1705–1757) y James Mill (1773–1836) también postularon que la conciencia es la consecuencia de la ley de asociación, que supone una vinculación de los elementos que se captan mediante los sentidos.
Un movimiento social
El asociacionismo es, en otro sentido, un movimiento de índole social que propone la creación de asociaciones políticas, cívicas y de otro tipo para tratar los asuntos de interés comunitario.
En estos momentos precisamente dentro de lo que es el asociacionismo hay que destacar el auge que ha experimentado aquel que tiene lugar en el seno de lo que es la juventud. Así, los distintos organismos y administraciones públicas, tanto a nivel local como provincial o nacional, fomentan la unión de los jóvenes para la puesta en marcha de esas mencionadas asociaciones.
Y es que gracias a esos grupos de trabajo sus integrantes tienen al alcance de la mano el participar de manera activa en lo que es la sociedad en la que viven realizando propuestas, planteando proyectos que les interesen o desarrollando todo tipo de acciones que vayan en mejora tanto de su bienestar como del resto de ciudadanos.
Una frase que podría servir como ejemplo de lo que hemos expuesto en último lugar es la siguiente: “El Ayuntamiento de Madrid incentivó el asociacionismo entre la juventud y consiguió que esta pusiera en marcha la Asociación Cultural Juvenil desde la que se realizan talleres de lectura, representaciones teatrales y conciertos”.
Por último, cabe destacar que en el marco de la educación social, el asociacionismo es un postulado que sostiene que la participación de los ciudadanos en el debate público es el mejor camino para modificar la realidad y mejorar las condiciones colectivas de vida, ya que permite perseguir el bien común.
Teoría institucional
El concepto de institución siempre ha aparecido vago e impreciso, si bien la Teoría de la Institución ha contribuido a su concreción.
Es menester advertir, sin embargo, que él hace referencia a una "pluralidad de personas", por lo cual viene a superar la concepción del "mundo individualista romano y francés" sin caer en el otro extremo del "simple agregado de individuos" o del "colectivismo despersonalizante". Es por eso que este concepto de institución siempre supone la presencia de un "grupo social"; empero quienes le integran pasan de la categoría de "individuos" a la de "miembros", es decir, se les contempla en su dimensión de "hombre social", sin por ello despojarse de su "personalidad individual". Entonces es fácil colegir que la institución contempla al hombre en su dimensión social sin "desprivatizarle".
Luego la institución es como un puente entre el individuo y la colectividad, que surge con mayor potencialidad en nuestra sociedad actual respondiendo a la necesidad de que el hombre haga frente a los problemas sociales no como individuo aislado sino como ser humano agrupado.
Así la institución es un grupo social que no subyuga el concepto de persona sino que, por el contrario, lo enaltece; esto es, constituye su vehículo de expresión, de perdurabilidad y de desenvolvimiento. Es por eso que no puede concebirse como una simple "suma" de individuos, como podemos contar las cabezas de un rebaño de ganado bajo el cuidado de un pastor y de su perro mastín.
Estamos muy lejos de esta concepción gregaria de la vida humana y estimamos que la explosión demográfica que hoy sacude a la humanidad exige la integración de los seres humanos en instituciones que se caracterizan por su "organización" sin despersonalizar al hombre. En este sentido la institución presenta múltiples facetas por cuanto que el hombre es un ser complejo.
Desde el ángulo antropológico, se presenta la institución como un conjunto coherente de usos, costumbres o prácticas que definen el comportamiento de un grupo; la guerra; por lo tanto, se contempla —como dice Durkheim— como la "manera de ser" de un grupo social que se fija e impone al individuo, ya que en este momento el "hecho social" se llama institución debido a que la manera de ser del grupo influye y conforma la manera de pensar y de obrar de los individuos que lo integran, para quienes su comportamiento es una exigencia del "medio social".
Esta visión sociológica se caracteriza porque el "hecho social" es determinante en la vida del individuo, cuya posición ideológica no corresponde precisamente a la de la Teoría de la Institución.
Dentro de la sociología se estima también que puede considerarse como institución los "ritos de las religiones", o sea, el conjunto de las acciones rituales cumplidas en la práctica de un determinado culto de la divinidad. Institución es la "propiedad", concebida como un complejo de comportamientos uniformes de los hombres con las cosas que tienen un valor económico. Institución es la "familia", en cuanto la vida familiar, basada sobre los vínculos de sangre y teniendo fines comunes todos sus componentes, da lugar a comportamientos uniformes de parte de éstos. Empero en estos últimos supuestos sociológicos la presencia de la institución no conlleva el sometimiento de sus miembros, como la configura Durkheim, si bien impondrá al individuo el cumplimiento de deberes y la sujeción de una obediencia a la autoridad institucional.
Según el Dizionario de la lengua italiana de Tommaseo y Bellini, la voz "Istituto" significa "ordenamiento de personas y de cosas y de hechos, regulado por normas establecidas, según las cuales cooperan muchos hombres, y deben cooperar por largo espacio de tiempo".
Hay quienes defienden que esta definición, después de casi un siglo de dada, es aún válida para el término "institución" que, en el uso del lenguaje jurídico, ahora ha sustituido, en el significado referido, al término "instituto", que se refiere a "un aspecto o forma particular de un sistema de derecho". En el ámbito jurídico la institución implica un conjunto de normas que regulan una pluralidad de hechos definidos por las propias normas como jurídicas; la compraventa.
Por consiguiente se da no tan sólo la cristalización sociológica del conglomerado humano con una propia manera de ser y de actuar —dentro de un ambiente de libertades individuales—, sino que se produce también un revestimiento jurídico del ente social a través de la estructuración de una organización de derecho que se manifiesta en las relaciones exteriores como un centro unitario o "haz de voluntades" que constituyen una personalización en el mundo social.
Teoría de la Institución presenta una base sociológica, sobre todo la Escuela francesa, si bien en su elaboración se aparta del positivismo para construir su concepción desde el iusnaturalismo (Hauriou, Renard y Délos) o del normativismo o formalismo (Santi Romano, Cesarini Sforza). Es por eso que resulta provechoso penetrar en el pensamiento de estos autores franceses. Durkheim considera a los hechos sociales como "cosas" con lo cual quiere atribuir al conocimiento científico una objetividad que presenta específicamente irreductible al hecho social, el cual no puede confundirse con el fenómeno orgánico que consiste en representaciones y acciones, ni tampoco con el fenómeno psíquico, que sólo tiene existencia en la conciencia individual .
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