La Practica Docente

Mi Práctica Docente

Hanna Berenice Rosas Espinosa

Escuela Normal Superior de México

Esta experiencia fue muy significativa para mí además de definitoria, pues debo confesar que tenía aún mis dudas sobre si era lo correcto y de si estaba en el camino que debía estar.

Hoy después de haber tenido esta semana llena de retos y obstáculos me siento más definida e identificada con la profesión, ahora de verdad siento que esta es mi vocación.

Si es cierto que la práctica no fue miel sobre hojuelas, pero tampoco una tortura china, creo que cada obstáculo lo logré convertir en un reto desde las preguntas de cómo logro que este grupo se ponga a trabajar ante su apatía, o cómo le hago para que este grupo que es demasiado activo no pierda el control por completo, todas estas cuestiones me las tuve que interrogar pero no en mi casa, sino a la hora de las sesiones al ver como mi grupo respondía a cada actividad que tenía planeada para ellos.

Sin duda alguna los retos a los que se enfrente el docente no son tan simples como planear e impartir una clase, uno debe de leer a sus alumnos, imaginar cómo es que pueden reaccionar y cómo voy a actuar ante esto, uno se vuelve quizás una especie de psíquico, intentando predecir que es lo que puede pasar durante una sesión, por irónico que parezca.

Otra parte importante de mi práctica fue el departamento de orientación educativa en la cual tanto mi compañera como a mí nos dieron todas las facilidades para poder ayudar en lo que se necesitará, pensamos que quizás nos pondrían a hacer labores administrativas pero a la mera hora resultó que tenían tanto trabajo que terminamos ayudándoles con casos de jóvenes que legaban quejándose por algún problema.

Para mí fue muy benéfica esta situación debido a que estuvimos en contacto con los muchachos desde el ring de box, me dio oportunidad de reflexionar sus situaciones e intervenir desde la forma empírica, dado que no estábamos preparadas para atender esas situaciones, sin embargo, el que nos hayan aventado al ruedo de esa forma y sin previo aviso para mí fue excelente, además de que en verdad me coloque en sus zapatos y traté de recordar cuando yo tuve esas situaciones a su edad y cómo fue que las sopase.

Otra circunstancia fue el hecho de que al sensibilizarme con ellos y sus problemáticas, toda esta forma de ver a los muchachos como alumnos alocados y desquiciados y que les tenía hasta cierto punto cuidado debido a todo lo que habíamos observado en nuestras prácticas de observación de primer y segundo semestre, de repente no eran tan atemorizantes, repentinamente comencé a ver no al alumno de educación secundaria, sino más bien, al hombre o mujer en crecimiento tratando de sobre llevar casa situación en su vida que por el momento para él o ella era cruciales y de alta importancia. Este evento facilitó de manera importante mi práctica docente frente a grupo, deje de verlos como aquellos a los que debo de controlar y como esas personas que me deben hacer caso, empecé a verlos como chicos y chicas que debo infundirles confianza debido a que suficientes problemas tiene en sus agobiadas cabezas con el tema que sea, como para que yo llegué y me les quiera imponer.

En cuanto a la escuela en un sistema general me logré percatar de más deficiencias, ámbitos que no pude identificar en prácticas de observación debido a que me consideraba a mí misma como un ente de simple observación por fuera del cristal, pero esta vez yo era parte del sistema y del personal escolar. Por ejemplo, note las faltas de organización docente, la falta de maestros, la mala organización de

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